José María Aguilar esta teniendo la reacción que tendría un no-vidente al que le cambian los muebles de lugar: se queda parado, perdido y revoleando los brazos para aferrarse a algo. Es por esto que Marcelo Gallardo y Ariel Ortega son los muebles en donde siente que puede descansar tranquilo.

Va a ser un año duro, JMA
No es la primera vez que Aguilar toma estas medidas «tribuneras»: lo hizo años atras con los primeros regresos de Gallardo y Ortega, como también el del «Matador» Salas. Nada de esto hizo que la gente de River cambiara la opinion sobre él: uno de los peores presidentes de la historia de River.
Para aquellos desmemoriados hay que recordar que bajo su mandato, entre otras cosas, hubo un oscuro negociado con el club Locarno de Suiza, la recordada «batalla de los quinchos» donde se enfrentaron las dos facciones de la barra brava, la muerte de Gonzalo Acro, de quien primero dijo desconocer quien es y luego confirmo que trabajaba en el club como «ordenanza» (con el económico sueldo de 5 mil pesos) y, además, logró un pasivo de varios millones de dólares.
Hoy, el locuaz Presidente riverplatense sumo otro problemas más, cuyo nombre es Carlos Ávila, ex dueño del futbol de Torneos y Competencias y que se presentará en las elecciones de este año. Realmente admito, no me gustaría ser socio de River.

Hace varios años atrás, Ávila le vendió Multimedios América a Daniel Vila, que, para quienes no saben, es el actual presidente de Independiente de Rivadavia, donde juega el Burrito Ortega. Hace algunos días Ávila y Vila se reunieron nuevamente, pero esta vez el negocio era otro: entre los dos negociaron que el jugador pase a manos del ex fundador de TyC por 800 mil dólares (una especie de te presto el jugador que me prestaron), quien luego lo colocará en River. Cabe destacar que Vila pego un portazo cuando la dirigencia de River le llevó su propuesta de recisión del prestamo (50 mil Euros, el vínculo vence en junio). En pocas palabras, una negociacion oscura para un presente de igual matíz
Pero, futbolisticamente, ¿en que benefician estos dos jugadores, sumado a Cristian Fabbiani?. En lo personal, pienso que en nada: es indiscutible la categoria de los tres, pero ninguno de ellos esta bien fisicamente. Gallardo tuvo una pésima temporada en la MLS a causa de una pubialgia. Ortega aún no se recuperó de su problema con el alcohol y volver a River le puede generar una recaída. Por su parte, Fabbiani esta gordo. O sea, antes también lo estaba, pero le alcanzaba para jugar en Lanús y Newell’s. River no es lo mismo. A todo esto hay que sumar otros tres «conceptos»: Gallardo no tiene el visto bueno del técnico, Ortega se enoja si no juega y Fabbiani tiene un serio problema de actitud y profesionalismo. Es decir, le gusta la noche y la joda.
Señor Aguilar, es mi deber como periodista y persona de bien avisarle que esta destinando su último año derecho al fracaso. River necesita tranquilidad y autocrítica para poder salir de este momento y usted le esta trayendo más problemas al vestuario, ¿o no le alcanzó con lo que ocurrió con Oscar Ahumada y su «silencio atroz»? ¿Acaso no fue suficiente echar a Eduardo Tuzzio y señalarlo como único culpable, cuando era el único que gritaba e intentaba poner orden tanto en el vestuario como en el campo de juego?
Señor Aguilar, ¿es así como usted pretende torcer la historia de este club?.
Si es así, le deseo mucha suerte, porque la va a necesitar
Filed under: Fútbol, Opinión | Tagged: Ariel Ortega, Carlos Avila, Cristian Fabbiani, Jose Maria Aguilar, Marcelo Gallardo | 2 Comments »