Banderas en tu corazon

Las imágnes valen más que cualquier palabra.

Via Vale Chumbar

Ajo y agua

La sacaste barata al lado de Passarella

Patética y Humillante es la cara que muestran los dos ¿más grandes? del Futbol Argentino. Patético este Boca, que sólo ganó dos partidos en todo el torneo, que tiene un entrenador que por la boca muere, una dirigencia con más avaricia que amor por su club y un plantel que se cree por encima de la Institución. Humillante River, que al finalizar el presente torneo, comenzará oficialmente a pelear contra el descenso, con una Comisión Directiva nueva, tratando de abrirse paso entre las deudas. ¿Responsables? Muchos. Hoy ambos clubes están pagando los pecados cometidos años anteriores.

Boca ha venido barranca abajo desde la salida de Mauricio Macri como presidente (o era un buen administrador o un oportunista que salto del barco justo a tiempo). Una serie de decisiones que hoy en día se pueden ver como desafortunadas, llevaron al club hasta el lugar que ocupa hoy en día. Desde la contratación de Riquelme, que a la larga fue un mal negocio, lo mismo que la llegada de Carlos Bianchi como Manager, que sólo hizo aumentar los resquemores entre los dirigentes y los entrenadores de turno, hasta la decisión de darle 6 meses a Alves a cargo del plantel para depurarlo. Los dirigentes aprovechan cualquier nombre para ensalzarse en una pelea entre bandos (Bianchistas, Riquelmistas, Palermistas, etc.). Siempre hay un buen motivo para que la Comisión Directiva de Boca sea un cabaret.

Y si, los hinchas estan calientes

¿Y que se puede decir de River? Daniel Passarella, siente en carne propia eso de “la pesada herencia”. Un club en ruinas, pero con un museo hermoso (?). Las deudas son millonarias y creo que ni el más pesimista dentro del equipo del nuevo presidente se imaginaba encontrarse con el club en ese estado: cheques ya cobrados, deudas con los empleados del club, vencimientos de deudas impagables y un largo etc. Aguilar, Israel y compañía literalmente vaciaron el club y lo dejaron prácticamente quebrado, con un plantel, realmente digno de un equipo de la B: en los últimos años, River compro jugadores que en su vida se imaginaron vestir la banda. Ni ellos ni los hinchas. A tal punto lo simpatizantes millonarios estaban necesitados de alegrías, que abrazaron al primer Ogroidolo de barro que tuvieron a mano. Y así les fue, River salió último y hoy esta a un pasito de pelear por el descenso.

Riquelme, Palermo, Ibarra, Almeyda, Gallardo, Ortega, ídolos que ya están de vuelta, pero que parecen no tener reemplazante: nadie se hace cargo (ni quiere) de este presente, nadie agarra la bandera que dejaron estas viejas glorias y el pone el pecho, nadie se juega (ni juega). Y así están ambos, con una guerra Palermo-Riquelme ya insoportable que tendrá seguramente su punto más alto si el Melli Barros Schelotto decide ser el entrenador Xeneize y Romaaaan es invitado a retirarse. O tal vez Ortega, con todos sus demonios siga apareciendo partido tras partido como la única salvación de un River que ya se hundió hace mucho tiempo y tendrá que aprender, en forma práctica y expedita a dividir por tres.

¿Cual es el menos malo?

Soluciones rápidas no hay, y estas son tal vez las responsables del presente de los primos. La sangre llegó al río y los hinchas, enfurecidos, exigen cambios que ningún dirigente ni entrenador se anima a realizar. Pero ha llegado la hora de pagar por lo que han hecho. Y el día de mañana, cuando todo esto haya quedado en un mal recuerdo (porque así pasará, ¿o ustedes creen que River va a descender?), dirigentes, jugadores e hinchas, piensen que las malas decisiones siempre se ven largo plazo.

Y si no, ajo y agua…

Ni muy muy, ni tan tan

El Pitbull festeja

Boca le ganó a River, en un partido donde más que merecimientos, fue un duelo de a ver quién era el peor del semestre. Un partido, donde los nombres que sobresalieron y se destacaron, aparte del sorpresivo goleador, fueron los de la experiencia: los Gallardo, los Almeyda y los Riquelme, se encargaron de poner futbol y orden al estado de caos con que se encontraban los dos equipos. Y en la recta, donde estaban cabeza a cabeza, la diferencia la sacó el Xeneize, que renovó (por obligación) casi toda la línea defensiva y (por necesidad futbolística) el mediocampo.

Pero no hay que ser necios. Lo de Boca, si bien superior a River, no fue un dechado de virtudes. Boca tuvo más actitud y conoció sus limitaciones: la novata saga central Xeneize, compuesta por el debutante Bonilla y el siempre criticable Luiz Alberto, sabe que lo suyo no es tener la pelota en los pies, entonces, cuando en la primera que trataron de salir jugando (el colombiano) y se la dejaron mansita a Gallardo, empezaron a revolear todo lo que recibían. A parir de allí, toda pelota boyando en la zona de la medialuna del área defendida por García terminaba en el palco, o en la segunda bandeja. Así y todo, con muy poco, River se encargó de dejar a Funes Mori dos veces mano a mano con el arquero de Boca, donde el delantero millonario hizo, en ambas situaciones, la más difícil: dársela en las manos a García.

En la mitad de la cancha estuvo la diferencia más grande: Medel, Méndez y Giménez, fueron más que Ahumada, Almeyda y Rojas. Dos goles para ser exactos. Los tres medios de Boca corrieron todas las pelotas y se jugaron la vida en cada una (a Medel lo terminaron expulsando y Méndez fue amonestado) y el chileno terminó siendo el sorpresivo goleador de la tarde. Del otro lado, Almeyda, si bien sigue siendo lo mejor del medio de River, no fue el mismo del Superclásico pasado (tampoco estuvo en la misma posición) y ni el, ni Ahumada, pudieron contener a un Riquelme que se canso de manejar los tiempos del partido.

Las cargadas no se hicieron esperar

Y si Boca lo ganó es también responsabilidad de River, que en el primer gol, al margen del centro de Riquelme (¿avivada o pifia?), hicieron todos un nonito importante que dejó a Medel solo. El segundo es para poner en un cuadro, aunque queda claro que la corrida de Monzón (venía corriendo desde el Hospital Argerich), y el amague de Gaitán dentro del área, se lo pueden hacer nada más que a la defensa de River, que es un canto a la falta de reacción.

¿Pudo ganarlo River? No. Daba la impresión que si hubieran jugado dos horas más River no hubiera hecho mella en el arco de García. Funes Mori jugó descalzo y Canales no la toco en todo el match. ¿Tan superior fue Boca? No, en todo caso River fue inferior, pero este Boca no puede ser superior a nada. Con un poco de actitud le alcanzó para ganar a River, pero jugando así, un Estudiantes por decir algún equipo, lo pasa por arriba. ¿Fue merecida la victoria Xeneize? Si, por supuesto. En parte por la actitud y orden que mostró Boca, y en parte por lo inofensivo del ataque e inocente de la defensa de River, pero desde ya no quier decir que haya jugado bien. Ninguno de los dos lo hizo.

Realidades expuestas

River se llevó el primer Superclásico del año por 3 a 1 (Villalva, Funes Mori y Rojas para River, mientras que Palermo empató transitoriamente para Boca), dejando en evidencia, una vez más, las pobrezas defensivas de Boca, que en tres partidos recibió diez goles. El partido fue una clara demostración del presente de ambos equipos: mientras que River esta, muy de a poco, levantando su nivel, a base de los juveniles (que anoche fueron fundamentales), Boca sigue apostando a los veteranos, que tantas alegrías supieron cosechar pero que en este momento dan enormes ventajas contra jugadores medianamente concentrados.

Si bien el despliegue del Millonario tampoco fue de lo mejor, con una buena sintonía entre el debutante Rojas y los delanteros Villalva y Funes Mori, le alcanzo para dejar en evidencia el mal momento que esta pasando Boca, especialmente la línea defensiva, ya que el Keko, sobre todo en el segundo tiempo, se canso de desbordar y desnivelar a los dos centrales. Importante aporte de Rojas, autor de uno de los goles (ay, Abbondanzieri!), que se encargó de la conducción de las acciones de mitad de cancha para delante. Tal vez el punto más flojo de River sigue siendo la defensa, que se vio inquietada ante cada embate de Boca durante los primeros 45.

Poco para decir de Boca, más que es un desastre. Tal vez una de las demostraciones futbolísticas más pobres del Xeneize, que se mostró apático y como una maquina de cometer errores y entregar pases al rival. El Coco, cada vez más en duda, debe resolver urgente los gravísimos problemas que tiene en el fondo: los cuatro de la línea defensiva, nunca coordinaron correctamente y fueron conos con la bandera de Suecia, los cuales Villalva se encargo de pasar una y otra vez. Abbondanzieri, por otro lado, esta más cerca de ser un ex arquero que del nivel que supo tener anteriormente. Poco de Román. Un gol de Palermo, y alguna que otra positiva de Gaitán. Nada más.

El primero se lo llevó River. El domingo en Mendoza, se jugará la revancha. Veremos que pasa…

Anuario: Lo Mejor y lo Peor del 2009 (Parte II)

Continuamos con la segunda parte de este Anuario 2009 del Deporte Argentino. En esta edición haremos la revisión de lo peor de este 2009 que ya casi está terminado. Que lo disfruten.

Lo Peor del 2009

Sin dudas, una de las peores cosas que vimos durante el 2009 es la situación futbolística y dirigencial que vive la Selección Argentina. Este año ha traído más tristezas que alegrías para la Selección, más allá de haber cumplido el objetivo de conseguir los pasajes a Sudáfrica sin la necesidad de repechaje. De todas maneras, Diego Maradona jamás encontró ni el equipo ni el estilo de juego. Argentina clasificó sufriendo hasta último momento en parte gracias a las victorias que consiguió y en parte porque los rivales no se animaron a mas sobre el final de la Eliminatoria. Casi 80 jugadores pasaron por la convocatoria, muchos de ellos inesperados, y pocos rindieron de la misma forma que en sus clubes. La derrota 1-6 con Bolivia en La Paz y 1-3 con Brasil de local, tal vez los peores ejemplos.

Sin irnos del predio de Ezeiza, también hay que mencionar los miles de problemas internos que tiene el Cuerpo Técnico que seguramente, en mayor o menor medida, afectó el nivel de juego. Bilardo peleado con Diego, que a Diego no le dejan traer los ayudantes que quiere, que se pelea con Brown y Batista, que Mancuso se pelea con Bilardo, y así sucesivamente, día tras día, apareció un nuevo problema interno del cual preocuparse. El papel de la prensa tampoco ayudó demasiado, metiendo púa y siendo el interlocutor entre las partes, sin mencionar a ciertos medios, que atacaron a Maradona en exceso por cuestiones políticas, como el apoyo a la Ley de Medios y terminaron recibiendo un “Que la chupen” y “Que la sigan mamando”, para algunos merecidos, como la dedicatoria especial a Toti Passman.

Pero las pálidas arrancarían bien a principios de año, allá por enero, cuando la Selección Sub-20 dirigida por Sergio Batista, se quedaba afuera del Mundial de la categoría a disputarse en Egipto. Los pibes nunca mostraron un gran nivel, incluso frente a selecciones claramente inferiores, y el mal juego fue una constante en los dirigidos por el Checho, que en la fase final, no ganaron ningún partido. Luego de este fracaso, Batista aún continúa al mando de los juveniles, que en enero ocuparon el último lugar de la clasificación.

Cambiamos de deporte por un ratito. Si bien no fue un fracaso rotundo, recordamos con tristeza la eliminación argentina de la Davis, a manos de República Checa. Fue 3-2, con Del Potro lejos de su plenitud física, y sin Nalbandián, que ya empezaba a tener problemas en la cadera que luego se operaría. En esta situación, a Argentina le costó mucho y no puedo ante quienes luego serían los sub campeones (perderían la final con España por 5-0). Habrá que ver qué ocurre el año que viene.

Siguiendo en el tenis, no fue un gran año para los argentinos, sacando, obviamente a Del Potro. Todos bajaron su ranking y sufrimos dos retiros: Guillermo Coria y Agustín Calleri. Guillermo Cañas todavía está ahí, pensando su futuro, con una muñeca que lo tiene a mal traer y David Nalbandián se perdió media temporada por una lesión. Ojalá el 2010 venga con más suerte.

Volvemos al fútbol y no podemos dejar de mencionar el año difícil que tuvieron los 5 grandes. Todos cambiaron de técnico n algún momento del año, y si bien ahora San Lorenzo e Independiente se encuentran en una pequeña remontada, lejos estuvieron de colmar las expectativas de los hinchas. Racing, que arrancó en franca remontada, zafando de la promoción gracias a Caruso, termina la temporada en un pozo importante y con grandes chances de jugarla el año que viene. Detalle importante que refleja el año de los grandes: ninguno de ellos disputara la Libertadores el año que viene.
Y a Boca y River les damos un párrafo aparte. Boca, con pocos refuerzos y luego del affaire Caranta, arrancaba el año como campeón y casi termina último. Horrible clausura, y para colmo, fue eliminado en octavos de final de la Libertadores, a manos del Danubio uruguayo. Ya en la segunda mitad, y siendo uno de los que mejores se reforzó (con cambio de DT incluido), nunca encontró el equipo, las peleas internas, dirigenciales y en el plantel, se hicieron cada vez más evidentes y terminó el año de la peor forma. River por su parte, venía de ser último y era muy difícil que no mejorara la última campaña. Pero todo puede pasar bajo el mandato de Aguilar. Algunos hinchas compraron el humo que vendió Fabbiani, que llegó siendo ídolo y se fue por la puerta de servicio. Así, en River se esforzaron por empeorar aún más el presente futbolístico millonario y siguieron regalando prestigio, quedando eliminados en la primera ronda de la Libertadores. El segundo semestre fue un poco mejor, por la llegada del negro Astrada, que le cambió la cara, un poco, al equipo, y porque finalmente, Aguilar terminó su mandato.

Ya que estamos en el futbol local no podemos dejar de mencionar las denuncias que aparecieron contras los árbitros de odas las categorías, acusados de arreglar partidos y favorecer a distintos equipos. Estas denuncias, que hace años que son sospechas dentro del mundillo del fútbol, por el momento quedaron en la nada, excepto algún comentario tipo “la AFA está investigando”. Se dieron nombres, desfilaron montones de dinero, pero aun no hay culpables y los árbitros siguen dando que hablar por sus malas actuaciones.

Hasta aquí el resumen de lo que para nosotros fue lo peor de 2009. Como ya les dijimos en la primera edición, esto es simplemente un resumen de lo que, a nuestro entender, es lo peor del año. Los invitamos a que dejen sus comentarios y sus opiniones sobre que nos faltó o que sobra en este anuario. Esperamos que lo hayan disfrutado.

En deuda con el fútbol

El Muñeco la clavó en el ángulo

El Muñeco la clavó en el ángulo

Otra vez un Superclásico que decepciona. Otra vez un River –Boca, con un empate como resultado final. Tal como ocurriera hace aproximadamente 6 meses atrás, pero en el Monumental, River y Boca igualaron 1 a 1 con goles de Gallardo, con un magistral tiro libre (como hace 6 meses), y Palermo, con un sablazo del borde del área (como hace 6 meses).

El partido no fue malo, fue tosco. Iban llegando como podían al área, dejando en deuda, una vez más, a todos los hinchas que guardaban las expectativas de ver un buen partido. De todas maneras, en la suma de los hechos, se puede pensar que River fue un poco más, apenas, por todo lo hecho en el primer tiempo: tuvo el gol, el penal atajado por Abbondanzieri, una de Nico Domingo que pasó muy cerquita ni bien arrancado el partido y la de Abelairas a las manos del Pato. Mientras tanto, Boca fue un tibio intento de algo, porque eso fútbol no era: con un Riquelme desconectado del equipo gracias a la muy buena marca de Almeyda, Palermo sin recibir en el área, con Insúa que iba pero chocaba siempre y con un Ibarra cuyo físico le esta pidiendo el pase a retiro, trataba de acercarse a los tumbos al área de River. Pero lo más claro que tuvo fue un tiro de afuera de Rosada que paso a un metro del palo izquierdo de Vega.

River lo pudo liquidar, tuvo en sus manos la posibilidad de bajarle la persiana al Superclásico al promediar el primer tiempo, pero desaprovechó todas las chances que tuvo. Y aquí bien podríamos deformar el conocido refrán y decir que no se debe dejar para el segundo tiempo, lo que se puede hacer en el primero, principalmente porque en el fútbol todo puede pasar y los Millonarios se encontraron al minuto con un Villagra que se hacía amonestar por segunda vez en el partido, y se quedaba con diez para todo el complemento. Boca, que venía golpeado y en desventaja, supo ver la oportunidad que se generaba por la zona izquierda de la línea de fondo de la Banda, y allí mando a Gaitán, uno de los mejores en el Xeneize, quien comenzó a causar estragos en la débil defensa de River. Incluso encontró oportunidad en la expulsión de Cáceres y se quedó con una línea de tres mentirosa en el fondo. Así River fue retrocediendo en el campo, ya sin Gallardo, y Boca creció en nivel y en peligro para el arco de Vega

El Titán metió su 8º gol oficial a River

El Titán metió su 8º gol oficial a River

Así Boca llegó al gol, con la segunda pelota peligrosa que tocaba Riquelme (la primera fue un tiro libre que paso cerca), puso un taco para la aparición de Palermo y el 1-1 final que se venía oliendo desde hacía rato. Siguió yendo Boca y lo pudo liquidar con un sorpresivo tiro libre de Román y un mano a mano de Gaitán que justo cerró Domingo, pero así y todo dio la sensación de ser menos claro y punzante que River en la primera mitad. Incluso en el complemento la más clara, sin contar el gol de Palermo, fue de River, con Abelairas acertándole al palo de Abbondanzieri.

Para el olvido queda el arbitraje de Saúl Laverni, cuyo debut en el Superclásico, lejos estuvo de ser bueno: se comió las dos manos de Buonanotte previo al penal que le comete Monzón (fue penal), Abbondanzieri se adelanto un metro y medio al detenerle el tiro a Ortega, y para coronarla, compro la actuación de Guillermo Barros Schelotto Ortega y expulsó a Cáceres.

Fue empate, sin mayores merecimientos para uno u otro. Aburrieron por momentos y por otros, muy pocos, intentaron entretener. Así pusieron punto final a los Superclásicos cosecha 2009, dejando un pobre empate, de señas particulares idénticas al del torneo anterior.

Nuevamente, quedan en deuda.

Los Top de la Fecha 10

Las fotos son de Cancha Llena

Lanús ahogó a River

El granate pasó a la segunda fase de la Sudamericana y dejó en el camino a un apático River que se hunde cada vez más. Gorosito tuvo un partido aparte con los hinchas de Lanús que le dedicaron cantos y hasta carteles. Fue 1 a 0 con gol de Salcedo, otro ex…

Salcedo grita su gol con todo Lanús

Salcedo grita su gol con todo Lanús

Muchísima lluvia en el Estadio Ciudad de Lanús. Por momentos pareció un partido de waterpolo, por la cantidad de agua que se juntó en la cancha. Tanta agua no tapó las falencias de este River que sigue en caída libre y no puede levantar. Gorosito prefiere echar culpas a los árbitros que hacerse cargo de este pésimo momento futbolístico. Si bien es verdad que Beligoy se comió al menos un penal claro a Ortega (en River reclaman dos) también es verdad que Barrado, Fabbiani y Buonanotte debieron irse expulsados y que Cabral le cometió un penal a Salcedo casi tan claro como el que le hizo Caranta a Ortega. Con el partido terminado, Archubi (cuando no), pateó la puerta del vestuario de árbitros…
 

El agua hizo que por momentos se jugara fuerte

El agua hizo que por momentos se jugara fuerte

Lanús aprovechó bien la ventaja conseguida en el Monumental (2-1 para el Grana) y se dedicó a presionar a River en la salida y tratar de golpear de contra. Blanco por izquierda y el paraguayo Ledesma por derecha trababan la subida de los laterales millonarios y Grana y Velázquez salían disparados cada vez que se recuperaba la pelota. Los de Zubeldía tuvieron un par de chances pero Navarro se la sacó a Blanco y Salvio no pudo en la otra. River intentaba con la conducción de Ortega, el más claro del visitante, pero no tenía profundidad. Fabbiani otra vez se dedicó más a pelear que a jugar. Los de Pipo solo acercaron peligro en la jugada del penal de Caranta a Ortega que el juez obvió. Llegó el entretiempo con un Lanús mucho más firme y seguro de lo que hacía.
 

Pipo sufrió las cargadas de los granates

Pipo sufrió las cargadas de los granates

El segundo tiempo empezó igual y a los 9 el Granate se puso en ventaja por un gol de Salcedo, que la paró en el área y de media vuelta venció la débil resistencia de Navarro, que debutaba en el arco riverplatense. Otro ex que le moja y van… A partir de la ventaja, Lanús edificó un triunfo muy cuidado, jugando siempre por abajo y no rifando la pelota. Daba la impresión de que River no iba a poder hacer un gol ni aunque jugaran toda la noche. Ni se acercaba al área de Caranta. Sobre el final, la gente local se la agarró con Gorosito, a quien le dedicaron canciones y varios carteles en su contra. Ya antes del comienzo de la segunda etapa, el DT había hecho el gesto clásico de frotarse el pecho, como diciéndoles a los de Lanús “pechofríos”. Hay que recordar la famosa frase de Pipo en la que sostuvo que en el Sur había 70% hinchas de Banfield y 30 de Lanús…

Algunos hasta hicieron futurología...

Algunos hasta hicieron futurología...

El resto del partido estuvo de más. Galmarini fue mal expulsado por Beligoy, Barrado salió lesionado con un desgarro y Ortega cayó una vez más en el área contraria, aunque esta vez no fue tan clara como la anterior. Para algunos fue penal, para otros el defensor le traba la pelota, y sabemos la tendencia del Burrito de caer ante cualquier contacto… Lanús pasó de fase y ahora se le viene la Liga de Quito. Y River… River tratará de no igualar la peor racha de partidos sin victorias de visitante, el domingo cuando vaya a Sarandí para enfrentar a Arsenal. Dos realidades distintas…

Que el último apague la luz

¿Será Colchonero el Toto ahora?

¿Será Colchonero el Toto ahora?

Y cierre la puerta, porque se están yendo todos. Años atrás, por lo menos, podíamos disfrutar de los buenos jugadores durante el campeonato entero. Ahora ni eso: jugada una fecha, ya son varios los nombres que no estarán presentes para la segunda del Apertura. A la importante oferta que le llegó a Lanús por Salvio, hay que sumarle la partida de Fortín al Espanyol, la salida de Bergessio a Francia y la turbulenta ida de Defederico de Huracán. Además, Abelairas, Ferrari y Buonanotte, ya estarían en la mira de varios clubes para irse próximamente

Los clubes son pobres, y por eso necesitan vender todo el tiempo. Los motivos de esta pobreza, son de público conocimiento: el mal manejo dirigencial. Entonces, para tapara los baches, es necesario vender. En cualquier momento. Por eso, jugadores, como los casos de Salvio y Fortín, juegan 20 partidos en primera, y antes de adaptarse como titulares en sus equipos, se van. Y el único que pierde es el fútbol argentino, que cada vez baja más su nivel, porque aquellos jóvenes que marcan la diferencia, la están marcando en otro país.

¿Pero cuanto va a tardar en darse vuelta en contra de los clubes? Argentina es un país exportador de jugadores, por lo que siempre hay alguien a mano para vender. Pero el nivel es cada vez más bajo, y las crisis hacen que se pague cada vez menos por las “joyas” argentinas. Entonces vendemos lo que sea, a quien sea. Por el exilio, muchos pibes de inferiores tienen que subir categorías, quemar etapas y llegar mal formados a Primera. Hacen un campeonato bueno (ya que con el mediocre fútbol que se está jugando, cualquiera se destaca) y lo venden al mejor postor. ¿Cuánto hace que uno de los grandes de Europa no se lleva, directamente de fábrica, un jugador argentino? Si la memoria no me falla (y si así lo hace, confío en ustedes, queridos lectores), fueron Gago e Higuaín en 2006 por el Real Madrid, claro ejemplo del presente futbolístico argentino.

Ahora, Lavandina va a besar el escudo del Saint-Ettienne

Ahora, Lavandina va a besar el escudo del Saint-Ettienne

Lamentablemente esta situación no tiene solución, salvo esos acuerdos tácitos que hacían en Lanús, donde los jugadores se comprometían a estar, por lo menos, dos años jugando en primera, antes de partir, y cuyos frutos, todavía están recogiendo en el sur del Gran Buenos Aires. Pero el resto de los equipos están quebrados, y necesitan sacarse las figuras de encima, para que entre dinero, y para bajar los sueldos, y por lo visto lo hacen (y lo seguirán haciendo), cuando más les convenga.

Por eso, que el último apague la luz…

River, cada vez peor

En el debut en la Copa perdió con Lanús en el Monumental y en el Apertura fue derrota con Banfield en el Florencia Sola. Se le fue Falçao y no vino ningún nueve. Los refuerzos (Ortega en el ocaso de su carrera, Almeyda jubilado y el ignoto Paniagua) no están a la altura. Para colmo de males, ahora se van Augusto Fernández (al Saint Ettiene), Mateo Musacchio (al Villarreal B) y… ¿Buonanotte? El mejor jugador del plantel se quiere ir porque Gorosito (¿cuánto le queda?) prefiere a los veteranos Ortega y Gallardo.

 

Ortega y Gallardo, las apuestas de River

Ortega y Gallardo, las apuestas de River

El panorama de River no es para nada alentador. Luego de una temporada desastrosa, con un último puesto en el Apertura, afuera de la Libertadores en primera ronda y un Clausura mediocre, el futuro Millonario no augura una mejoría sustancial. Se fue Radamel Falçao, uno de los mejores centrodelanteros del país, y la dirigencia no trajo a nadie en su lugar. La vuelta de Ortega generó una pequeña luz de esperanza en los hinchas de River, que se apagó rápidamente al ver que los refuerzos no llegaban. Paniagua, volante central paraguayo, Matías Almeyda (…), Nico Navarro y Javier Cohene Mereles, un central que estaba a prueba, parecen demasiado poco para una institución acostumbrada a los grandes nombres. No vale la pena hacer leña de este árbol caído que es la dirigencia comandada por Aguilar. Un desastre desde todo punto de vista. Por ¿suerte? para los socios de River, en diciembre hay elecciones…

 

Gorosito ya empieza a tambalear

Gorosito ya empieza a tambalear

En cuanto a lo futbolístico, ya se está empezando a cuestionar a Gorosito, incluso desde el seno del plantel, disconformes con sus planteos y manejo del grupo. Por supuesto que esto no es una sorpresa: la elección de Pipo como entrenador ya había sido polémica en su momento y muchos (entre ellos los autores de este blog) consideraban que no estaba capacitado para ser el DT Millonario (quedó demostrado). Si bien la culpa de este presente no es exclusiva responsabilidad de Gorosito, sí lo son los malos planteos y y la disconformidad de los jugadores para con su manejo de grupo. La defensa de River hace agua (Cabral, el peor); en el medio, los que marcan están muy solos porque los de arriba (viejos o gordos) no colaboran; y en ataque falta un goleador. El único que parece estar a la altura (no le sobra nada, es verdad) es el arquero Vega.

 

Buonanotte se quiere ir...

Buonanotte se quiere ir...

No conforme con el pobre plantel que tiene River, la dirigencia dejó ir a Augusto Fernández (único ocho) y a Mateo Musacchio, joven promesa defensiva que Pipo ponía de volante central… La frutilla del postre, parece, será la ida de Buonanotte. El Enano, por lejos el mejor jugador de la plantilla, se cansó de los privilegios que tienen los grandes del plantel. Increíblemente, frente a Banfield  fue suplente, ya que el DT se inclinó por Ortega y Gallardo…

 

Casi afuera de la Copa, con un mal comienzo del Apertura y una posible no clasificación a la próxima Libertadores (¿se imaginan una Copa sin Boca ni River?), el futuro Millonario pinta negro, en un semestre que, encima, está enrarecido por las elecciones…

Lanús se lo llevó en la última

Lanús festeja. River sufre

Lanús festeja. River sufre

Lo tuvo ahí River, casi lo acarició, pero el triunfo una vez más le fue esquivo, y esta vez le toco caer a manos del interesante Lanús, que si bien no jugó uno de esos partidos que nos tiene acostumbrados, se lo llevó en los últimos 10’ minutos.

En el primer tiempo la mano venía pareja, los dos pinchaban, pero ninguno se animaba a más. Por parte de los Millonarios, Ortega mostraba sus cualidades intactas, pero todavía algo falto de fútbol, mientras que Fabbiani no hacía pie como único punta del equipo de Núñez: necesitaba bajar a buscar la pelota y eso complicaba todo el planteo. Por parte de Lanús, fue de menor a mayor durante la primera parte, acomodándose a lo que pedía el partido, pero todavía sintiendo la falta de Sand. Los arqueros, Vega y Caranta, se tuvieron que revolcar varias veces para que la primera etapa terminara en cero.

Ya en el segundo tiempo, River fue a por todo: Gorosito metió a Gallardo por un intrascendente Archubi y se vio lo mejor del Millo, cuando pudo juntar a Gallardo, Ortega, Buonanotte y Fabbiani. Y mientras Lanús trataba de acomodarse en el campo, llegó la ventaja parcial con un golazo del Ogro, que, desde afuera del área, puso un pelotazo contra el palo de Caranta, que nada pudo hacer. Y cuando parecía que la mano venía dura para el Granate, River se empezó a caer: desde lo físico, Ortega ya no podía y Gallardo estaba muy falto de fútbol. Desde lo futbolístico, la falta de un 9 (a Fabbiani le cuesta jugar ahí) que cierre las jugadas y la floja defensa con la que sigue contando River, le dieron las chances servidas en bandeja a Lanús. Así, 10 minutos después del gol, el Toto Salvio se la jugó de contra y le pego cruzado, contra el palo de Vega que se estiró en vano. Empate y los fantasmas aparecían por el Monumental.
Fantasmas que se hicieron realidad, casi en la última bola de la noche, cuando otro contraataque, esta vez comandado por Biglieri, dejó otra vez a Salvio de frente al arco. 2-1 y final.

No fue un gran partido de ninguno de los dos: si bien River perdió un partido importante de local, mostró algunos chispazos de Ortega y Gallardo, quienes aún se tienen que poner a punto, ya que lo mejor salió de sus pies. Por parte de Lanús, llegará con tranquilidad a la revancha del 17 de septiembre, pero deberá adaptar rápidamente al paraguayo Salcedo, para que la ausencia de Sand no se note tanto