La Selección de Maradona derrotó a la siempre difícil Alemania con gol de Higuaín. En un partido con pocas luces y de cara al Mundial, Argentina quedó bien parada y mostró una mejor cara que en los últimos partidos. Si bien resta mucho trabajo y pulir varias situaciones de juego, el balance es más que positivo.
Maradona y varios periodistas sidieguistas se apoyan en las coincidencias que hay entre este momento previo a Sudáfrica y la manera en que llegamos al 86. Desde los nombres propios (antes como protagonistas, hoy como parte del cuerpo técnico), pasando por el ex DT devenido en manager, la supuesta campaña de la prensa en contra del seleccionado y terminando por la ajustada clasificación. Maradona y los suyos se apuntalan en esto para hacerse fuertes y así repetir, según su lógica, el desenlace de México 86 (campeones, para algún trasnochado). Ya que les encantan este tipo de coincidencias, aporto que en la previa de Corea-Japón 2002 también le ganamos a Alemania de visitante 1 a 0 y después nos volvimos en primera ronda. Sí, soy un mala onda (?).
El Allianz Arena de Munich fue el escenario de un partido que ya es un clásico a nivel mundial. Algo devaluado quizás, por el presente de ambas selecciones, pero clásico al fin. Maradona se inclinó por cuatro centrales para darle altura a una defensa que no fue muy exigida. Cumplió Otamendi por derecha, correcto Demichelis el tiempo que estuvo al igual que Heinze y un buen partido de Samuel, quien parece haberse adueñado del puesto de segundo marcador central. Romero volvió a demostrar que está pasando por un buen momento y no hay otro arquero que le haga sombra de cara a Sudáfrica. Los volantes ya casi salen de memoria: Jonás, Mascherano, Verón y Di María. Se los vio sólidos y, principalmente en el primer tiempo, muy activos a la hora de presionar y salir en tándem para atacar cuando se recuperaba. Como los laterales no subían (los nuestros), Gutiérrez y Di María tenían que hacer un gran desgaste. Verón se quiso hacer eje pero perdió muchas pelotas y no jugó un buen partido a pesar de lo que Nelson y Rodríguez dijeron por la tele. Sí vale destacar el despliegue de la Bruja en el primer tiempo y el buen pase a Di María que el del Benfica definió al travesaño. Arriba, como siempre, Messi, otra vez intrascente y a quien Maradona ubicó por la derecha como en el Barsa y para evitar la subida de Lahm, e Higuaín.
Alemania fue la nada misma. Muy similar a la del Mundial pasado, un equipo hecho a la medida de Falcioni, pero sin ningún distinto. Orden antes que nada, ver si se puede salir rápido de contra y apuesta a las pelotas paradas. Ballack, uno de los jugadores más sobredimensionados del planeta, ni pincha ni corta, y pega que da calambre. Hablando de pegar, desastrosa la actuación del juez inglés Atkinson. Flojísima. Obvió tres jugadas de amarilla muy claras para los alemanes y no tuvo la misma paciencia con los centrales argentinos, que sí estuvieron bien amonestados. Otro error grosero fue la posición de las barreras en los escasos tiros libres cercanos al área. Un poco más y se paraban al lado del pateador.
El primer tiempo se iba con una buena labor del equipo argentino pero sin deslumbrar. La única jugada de gol fue la mencionada de Di María en la que el larguero (?) le negó el gol. Hasta que a los 44 minutos un rechazo de Samuel encontró a Di María quien llegó a puntearla para que Higuaín arranque de mitad de cancha para enfrentar al arquero Adler, que salió apurado y quedó pagando, como la defensa teutona que increíblemente marcaba en línea y casi tirando el achique con dos centrales más lentos que el Pampa Sosa. El Pipita solo tuvo que eludir al arquero y definir con el arco totalmente libre (casi se le va) para marcar el único tanto del juego.
Apenas comenzada la segunda etapa, y cuando todavía duraba la alegría por el gol de Higuaín, vino otra satisfacción para Argentina: la lesión de Heinze. El Gringo, que había tenido un partido aceptable y no le alcanzó con 45 minutos para hacer alguna de sus habituales macanas, tuvo que salir y dejarle su lugar a Clemente Rodríguez. Y cuando parecía que la sonrisa por la lesión de Horse se empezaba a borrar de nuestros rostros, Ballack le partió la cara a Planchita Demichelis con un rodillazo sin intención (hundimiento de malar, será operado pero no corre riesgo su participación en el Mundial). Afuera el padre de la hija de Evangelina Anderson, adentro Burdisso y regocijo para todos los argentinos. Nico formó una gran dupla con Samuel, y Clemente le dio mucha salida por izquierda y algo de aire a Verón y Di María que no daban más. Más allá de estas situaciones, el segundo tiempo fue bastante aburrido, Alemania tomó un poco más la iniciativa, Ballack se paró unos metros más adelante (pocos eh, no muchos) pero ni así inquietaron a Romerito. Tuvo que entrar un brasilero (Cacau) para que los fríos germanos tuvieran algo de actividad ofensiva.
Al fin y al cabo, fue una buena presentación del team de Diego. Otra vez Messi fue tibio y desganado y sigue sin aparecer con la celeste y blanca. Habrá que buscarle un reemplazante a Verón porque el segundo tiempo se quedó sin aire, y es un interrogante si podrá aguantar el ritmo del mundial, con partidos intensos cada 3 o 4 días. De todas formas, algo con qué esperanzarse hay. Por lo menos más que antes.
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