Allen Ezail Iverson anunció hoy su retiro del básket. El escolta, que actualmente estaba en los Memphis Grizzlies, decidió poner fin a una carrera en la que consiguió de todo, salvo el tan ansiado anillo de la NBA. El petizo de 1,83 metros, que se destacó entre los gigantes, se fue. Las razones: problemas personales y su actual situación deportiva, que lo encontraba siendo suplente en un equipo perdedor.
En sus comienzos, Iverson no soñaba con emular a Michael Jordan o Magic Johnson. Ni siquiera tenía en mente jugar sobre un parquet y encestar la pelota naranja en el aro. Su sueño era ser mariscal de campo. Y lo fue, durante un tiempo. Allen fue campeón estatal como quarterback con la preparatoria Bethel de su Hampton natal, en Virginia. Pero su carrera cambió al año siguiente. El entrenador de básket de Georgetown Hoyas (Thompson), una de las más prestigiosas universidades yanquis, lo tentó con una beca para que fuera el base de su equipo. Y Iverson aceptó. “The Answer” (La respuesta), tal su apodo, la dejó tan chiquita que lo nombraron novato del año en la conferencia del Big East y en su segundo año fue nombrado en el equipo ideal de la NCAA por Associated Press, luego de liderar a los Hoyas con 25 puntos, 4,7 asistencias y 3,35 robos de balón por partido. Pero su familia no la estaba pasando bien económicamente. No esperó a terminar su carrera universitaria ni llegar al cuarto año para dar el salto a la NBA, y se convirtió así en el primer jugador de los Hoyas en llegar al profesionalismo sin completar los 4 años, mientras estuvo Thompson, un DT conocido por su disciplina.
En 1996 los Sixers eligieron a Allen Iverson en el primer lugar del draft, quizás el de mayor talento de la historia, por sobre nombres como Ray Allen, Kobe Bryant, Stephon Marbury, Antoine Walker, Derek Fisher, jermaine O´neal o Steve Nash. En su temporada debut la volvió a romper y fue elegido Rookie del año, con un promedio de 23,5 puntos (séptimo en la NBA). A pesar de sus excelentes números, Philadelphia era una banda, y apenas lograron 22 triunfos ese año. Tampoco hubo una mejora sustancial en el equipo en su segundo año. Las dos temporadas siguientes pusieron a los Sixers en playoffs por primera vez desde el 91, pero la sorpresa la dieron en la temporada 2000/01. Con un Iverson inspiradísimo, que fue nombrado MVP de la fase regular, Philadelphia logró llegar a la final de la NBA, que luego perderia con los Lakers de Kobe y Shaquille por 4-1. Iverson ya era una estrella consagrada en la Liga.
Después de esa campaña, A.I. no tuvo otra oportunidad de ser campeón y, cansado de perder, se fue de los Sixers con destino a Denver. Allí encontró un buen equipo que era liderado por Carmelo Anthony. Lograron llegar a los playoffs pero perdieron en primera ronda con San Antonio. En el 2008 fue traspasado a Detroit, donde jugó la temporada anterior sin pena ni gloria. Este año, había firmado un contrato con los Grizzlies pero un problema familiar, y su mala performance deportiva, hicieron que este genio de 34 años decidiera ponerle fin a una carrera llena de logros:
• 14 temporadas en la NBA
• 10 veces participó del Juego de las Estrellas
• 4 títulos de máximo anotador de la NBA
• Novato del Año en 1996
• MVP de la Liga en la temporada 2000/01
• Tercero en promedio de puntos por partido en la historia detrás de Jordan y Chamberlain
• Fue la tercer camiseta más vendida de la década después de la de Jordan y la de Bryant
Se va definitavamente un hombre que hizo del Cross-over su marca patentada. Fue una bestia anotando, pero también defendiendo. Una pesadilla para cada jugador que tuvo que marcarlo en su carrera. Los amantes del básket lo vamos a extrañar.
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